El pasado 2 de marzo de 2017, el joven artista malagueño José María Ruiz Montes nos presentó su última obra,  Nuestra Purísima Madre del Buen Camino (2016-2017), efigie mariana para el culto en nuestro colegio de Gamarra. El acto tuvo lugar en la capilla del Palacio Episcopal de Málaga, con las intervenciones del periodista Francisco Javier Jurado ‘’Coco’’ y el historiador José Jiménez Guerrero. Al concluir el acto, el autor de la imagen dirigió unas palabras a los asistentes.

María porta en su mano izquierda un devocionario que perteneció a Pilar Linde, antigua directora del colegio, mientras que lleva su mano derecha al corazón, pieza realizada por el taller hispalense Orfebrería Giralda, en el barrio de Triana. El carácter divino de la Madre de Dios se ratifica con el halo que la corona, obra donada por la Archicofradía de la Expiración y realizada en el mismo taller sevillano.

El rostro de la Virgen, aunque dolorido, como nos muestran sus ojos cargados de lágrimas, presenta  una actitud serena. Así se continúa con el modelo de María como mujer fuerte que numerosos artistas y teólogos han querido perpetuar a lo largo de la historia.

El valor de esta obra de Ruiz Montes radica en el uso de los cánones de belleza actuales, con un lenguaje artístico más cercano al realismo, al igual que Juan Vega con su Virgen de los Desamparados, desligándose de la ya anquilosada idealización, que ha caracterizado buena parte de la imaginería procesional andaluza durante las últimas décadas. Por otro lado, el hecho de tallar la imagen a cuerpo entero, en un ejercicio maestro de anatomía, separa la obra de nuestro escultor de todo lo realizado en nuestra ciudad. Nos atrevemos a decir que la modernidad de José María Ruiz Montes dentro del ámbito procesional podría compararse con los nuevos caminos que iniciaron Francisco Palma García y su hijo Francisco Palma Burgos durante la primera mitad de la pasada centuria.