Las restricciones por la pandemia que nos ha tocado vivir, nos han hecho que esta Semana Santa tengamos dos actos de veneración a Nuestra Purísima Madre del Buen Camino.

Desde que se hizo oficial la decisión de la prohibición de celebrar procesiones, tuvimos claro que debíamos acercar nuestra Virgen a los alumnos del colegio Gamarra y se le planteó al equipo directivo del centro el montar un altar en la puerta de la capilla, evitando así que los alumnos tuvieran que pasar por el interior y se pudiera celebrar la veneración en un lugar abierto. La propuesta fue bien recibida y así, llegado el Viernes de Dolores, la imagen de Nuestra Purísima Madre del Buen Camino se dispuso en el atrio de la capilla del colegio, junto al estandarte de la Madre Cándida; en un extremo de la escena se situó una silla con un equipo de nazareno. El adorno floral se compuso de rosas blancas y azucenas.

Desde las 08:15 comenzaron los alumnos a bajar de sus clases para ofrecer sus oraciones a la Virgen; las clases fueron bajando en grupos de 2 clases, sin romper los grupos burbuja, tal y como se trabaja durante el curso según protocolo Covid. Cada clase había preparado algo especial: poemas, oraciones, canciones,… Todo con mucho cariño y marcado por la cercanía de Virgen y alumnos; pudimos ver escenas llenas de emoción y sentir cómo las miradas de los alumnos se cruzaban con la mirada de Nuestra Purísima Madre del Buen Camino. Los más pequeños, los alumnos de infantil y del primer ciclo de primaria fueron los grandes animadores de la mañana con su canciones llenas de besos y abrazos a María. Los alumnos más mayores cambiaron las canciones por mensajes de peticiones, llenas de esperanza en que pronto termine esta pandemia y puedan volver a revestirse con su túnica nazarena en la mañana del Sábado de Pasión.

A las 12:00 del mediodía se inició el acto principal de la mañana, que giraba en torno al rezo del Ángelus, dirigido por el párroco de La Purísima, Fernando Azuaje, que también le dedicó unas bellas palabras a nuestra Sagrada Titular. Para ese momento, nos acompañó la banda de música del Maestro Eloy García, de la Archicofradía de la Expiración, que interpretó entre otras, la marcha “Camino” compuesta por Fran Criado en 2019. Tras el rezo del Ángelus, se bendijo el nuevo estandarte de la Virgen, con pintura de Pepe Palma, orfebrería de Talleres Montenegro y confección del terciopelo por Lucía Fernández Guerrero, siguiendo el diseño de Pablo González. Una vez finalizado el acto, la banda de música se dirigió a las puertas de la residencia de las Hijas de Jesús, para dedicarles algunas marchas procesionales, interpretando de nuevo la marcha “Camino”, entre cuyas notas su autor incluyó unos acordes del “Mil Albricias”, himno de las Hijas de Jesús. Las hermanas de la congregación quedaron encantadas con este bello gesto, que agradecemos profundamente a la banda de música, porque llenaron de vida sus notas musicales. Tras el Ángelus y la bendición del estandarte, las clases que aún no habían bajado a la puerta de la capilla continuaron con su veneración, hasta las 14:00 de la tarde.

Tras esta intensa mañana, se llevó a la parroquia la Virgen, dónde a las 18:00 horas iba a ser recibida por el párroco. Se situó la imagen en unas pequeñas andas bajo el coro de la iglesia y desde allí se dirigió al altar; desde el coro sonó la marcha real y cayó una petalada como recibimiento a nuestra Virgen, que fue depositada en el presbiterio, donde iba a recibir la veneración en la mañana del sábado.

Sábado de Pasión, 27 de marzo de 2021.

A pocos de los que hemos estado trabajando en organizar la mañana de este día, se nos habría ocurrido imaginar que íbamos a tener una mañana tan cargada de emocionantes momentos. Las puertas del templo se abrían a las 9:45, con los sones del escuadrón de clarines de la banda de cornetas y tambores Santa María de la Victoria, que tras interpretar una serie de marchas, entraron a la iglesia a venerar a nuestra Sagrada Titular; empezaba una gran mañana. Nuestra Purísima Madre del Buen Camino se situó en el lado derecho del altar, donde recibió la veneración de muchos fieles durante toda la mañana; a la izquierda, quedó María Santísima de la Encarnación y Amor Divino, titular del Grupo Parroquial de Las Lanzas. Ya en el interior del templo, Jaime Paz, componente de la banda de música Maestro Eloy García, dedicó a la Sagrada Imagen el Ave María, que dio paso a una oración de inicio de la jornada.

Tras la oración de entrada, se entregó un recuerdo al autor de nuestro cartel de Semana Santa de 2021, elegido por concurso celebrado entre los alumnos y antiguos alumnos, siendo el ganador Daniel Moya, antiguo alumno que ha iniciado sus estudios en Bellas Artes y al que deseamos que nuestra Virgen le ilumine el camino y le brinde una exitosa trayectoria. También entregamos los premios del concurso cultural cofrade “Centenario de la Agrupación”, organizado en colaboración con la Agrupación de Cofradías y el colegio de Gamarra, y destinado a los colegios de Málaga y con el que se ha tratado de que los más pequeños y jóvenes se acerquen a la historia cofrade, demostrando sus conocimientos sobre aspectos diversos de nuestra Semana Santa. Agradecemos a las editoriales Edelvives y SM, a Papelería Góvez y a la Agrupación de Cofradías sus aportaciones de lotes de libros y de material escolar con los que fueron obsequiados los ganadores.

A las 10:30 se celebró la Eucaristía en la que acompañamos al Grupo Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación y Amor Divino (Las Lanzas). Tras esta Eucaristía y antes de que se desarrollaran las distintas actuaciones organizadas, Javier Arcas leyó la oración que José Jiménez le dedicó a la Dolorosa de Gamarra el día de su presentación y que en esta mañana sirvió para honrar de manera especial a Diego Gómez (q.e.p.d), recordando las poesías que éste le dedicaba a la Virgen momentos antes de cada salida procesional. Tras este emotivo homenaje, llegó las intervenciones del Coro Aire Andaluz, dirigido por Isabel López Mayorga y ligado desde 1989 al colegio de Gamarra y se oyó la primera saeta de la mañana, interpretada por Conchi Claros Aragón, que llenó de emociones el templo; al finalizar su actuación ofrecieron un precioso centro de flores a la Virgen y nos regalaron una bella reproducción de la letra de la canción a Ella dedicada, que guardaremos con cariño, el mismo que este coro nos transmite cada vez que acudimos a él. Tras ellos, Miguel Ángel Vargas nos trajo sones cofrades, con la interpretación de marchas procesionales a guitarra. A Miguel Ángel, que fue nuestro último pregonero, le agradecemos que no dudara en acudir a nuestra llamada y que nos llevara, gracias a su actuación, un poco a la calle, imaginando y soñando con una mañana de un sábado de pasión llena de acordes procesionales, que acompasarán el discurrir del trono de nuestra Virgen por el barrio de Gamarra. A las 12:00 volvimos a rezar el Ángelus, como el día anterior, con la esperanza que el próximo rezo de esta oración la hagamos con el trono de la Virgen a las puertas del templo, que se abrirán al paso de la procesión, en una radiante mañana de Sábado de Pasión. Tras el rezo un grupo de alumnos y antiguos alumnos del colegio de Gamarra leyeron una carta dirigía a su Virgen del colegio, con la que muchos se han iniciado como nazarenos o mujeres y hombres de trono, depositando al termino de la lectura un centro de flores a los pies de su mejor Maestra.

Y para rematar el momento de actuaciones, los grupos de baile regional y la Asociación Cultural de Folclore de Marisol Egea ofrecieron una sentida ofrenda floral a Nuestra Purísima Madre del Buen Camino, con sus mujeres impecablemente ataviadas con la tradicional mantilla española; además de las preciosas rosas que ofrecieron a la Virgen, nos regalaron dos preciosos pañuelos, uno bordado con las iniciales de Buen Camino y otro con un precioso bordado del “árbol grande”, ese árbol que recibe cada día a los alumnos y a las familias del colegio y que es un símbolo para toda la familia del colegio Gamarra y que ahora también lucirá en la mano de nuestra Virgen. Estos pañuelos se unen al que por la mañana temprano donó una devota anónima de la Virgen y que fue el que lució durante toda la jornada.

Tras la ofrenda, esta rondalla le cantó una nueva salve a la Virgen, compuesta por Ángel Cabello Fernández. Silvia Soledad Platero, una de sus componentes, nos regaló una vibrante saeta.

Esta mañana cargada de emociones terminaba con unas sentidas palabras por parte de Carlos Pérez Gómez, representante del Grupo Parroquial, de agradecimiento a la Virgen por ser parte de nuestra vida.

Fue el punto final a dos días intensos, en que salimos fortalecidos al comprobar que la Fe y el Amor hacia Nuestra Purísima Madre del Buen Camino sigue creciendo, a pesar de los tiempos que nos ha tocado vivir. Dos días que nos han renovado las fuerzas y las ilusiones, para seguir trabajando para que este Grupo siga creciendo y continuemos evangelizando a los que se nos acercan, siguiendo el carisma de la congregación de las Hijas de Jesús, de acercar la devoción a la Virgen, especialmente a los pequeños y jóvenes alumnos del colegio de Gamarra.

Hasta el Miércoles Santo, Nuestra Purísima Madre del Buen Camino permaneció en el altar de la parroquia, a los pies del Santo Cristo del Socorro, crucificado que se venera en el templo; también el estandarte de Santa Cándida María de Jesús ocupó una de las capillas laterales de la iglesia hasta ese día.

Antes de cerrar esta crónica, queremos agradecer su presencia a Arturo Fernández Sanmartín, nuestro pregonero que lleva esperando su turno desde 2020; también compartió con nosotros algunos momentos Alfonso Polo Molina, director del colegio Gamarra, al que agradecemos su disposición y ayuda cada vez que acudimos a él; a Andrés Antón Cervantes, presidente del AMPA del colegio, por estar siempre atento a nuestra llamada; a las religiosas de las Hijas de Jesús, encabezadas por su superiora en Málaga, Joaquina Moraleda, que nos acompañan con su sencillo y profundo cariño a la Virgen; a José Antonio Romero, representante de Cáritas parroquial; a los hermanos del Grupo Parroquial de las Lanzas y del Grupo Parroquial de La Purísima, que nos han acogido en el templo con cariño y ayuda sincera. Y por supuesto a Fernando Azuaje, nuestro párroco, que siempre nos anima a dar más y siempre recibe nuestras propuesta con más entusiasmo, si cabe, que el que ponemos nosotros en nuestro trabajo.